ATRÁS


ANTONIO MACHADO

 

 

ANTONIO MACHADO

(Sevilla 1875 - Colliure 1939)

переводы: Александр Ехилевский


 

 


***
Si yo fuera un poeta
galante, cantaría
a vuestros ojos un cantar tan puro
como en el mármol blanco el agua limpia.

Y en una estrofa de agua
Todo el cantar sería:

“Ya sé que no responden a mis ojos,
que ven y no preguntan cuando miran,
los vuestros claros; vuestros ojos tienen
la buena luz tranquila;
la buena luz del mundo en flor, que he visto
desde los brazos de mi madre un día”.


***
Когда б в Галантный Век служил поэтом я,
Воспел бы я глаза прекрасной дамы
В той песне, что прозрачней капли хрусталя,
Упавшего дождем на белый мрамор.

Хватило б мне одной строфы из капель,
Чтоб чувства все словами описать ей:

«Ах, если б был достоин я очей твоих,
но нет в глазах моих исканий правды.
Глаза ж твои ясны, в них свет добра слепит –
Он так похож на мира цвет печальный,
Мной виденный с рук матери в тот миг,
Когда поэзию еще я не постиг».


 


La leyenda de Don Juan

Pa misa diba un galán
caminito de la iglesia
no diba por ir a misa
ni pa estar atento a ella,
que diba por ver las damas
las que van guapas y frescas.

En el medio del camino
encontró una calavera…
-Calavera, yo te brindo
esta noche a la mi fiesta
-No hagas burla, el caballero,
mi palabra doy por prenda.

De que la noche llegó
Mandó disponer la cena
Aun no comiera un bocado
Cuando pican a la puerta.

Pusiérale silla de oro
Su cuerpo sentara’n ella
Pone de muchas comidas
Y de ninguna comiera.

-No vengo por verte a ti
ni por comer tu cena
Vengo a que vayas conmigo
A media noche a la iglesia.

A las doce de la noche
Van camino de la iglesia.
En la iglesia hay en el medio
Una sepultura abierta.

-Entra, entra, el caballero,
entra sin recelo’n ella:
dormirás aquí conmigo,
comerás de la mi cena.


Легенда о Доне Хуане

Пришёл кавалер на мессу,
Но к службе нет интереса.
Не стал он Богу молиться,
Не слушал священника речи,
Красою дам он дивится,
Мечтая о нежных встречах.

Шаги он до дома мерил,
Вдруг встретил в пыли он череп:
—Эй ты, красавец, послушай,
Тебя я на пир приглашаю.
—Не смей ты плевать мне в душу,
Я вечером быть обещаю.

Лишь только ночь опустилась,
Приказал он готовить ужин.
Тихонько дверь отворилась —
Вошёл череп, в думы погружен.

Всё лучшее гостю готовят,
Стараются, что есть мочи:
Уж трон золотой подносят,
Но почестей череп не хочет:

—Ты сделай мне одолженье,
Ведь слово своё сдержал я,
Прими ж и моё приглашенье:
Ты в полночь в церковь пожалуй.

Удар двенадцатый пробил,
Уж церковь стоит открыта.
Вошёл кавалер и обмер:
В соборе могила разрыта.

—Входи ты ко мне без страха,
Отведай яств из стран дальних.
Что ж ты дрожишь, как на плахе?
Твоя здесь опочивальня!


 


Las señas del esposo

Estando yo en mi balcón
marcando y bordando seda,
vi venir un caballero
por alta Sierra Morena.
Me atreví y le pregunté
si venía de la guerra.
-"Si, señora, de allí vengo,
¿tiene Usted allí quien le duela?"
-"Allí tengo a mi marido,
siete años lleva en ella."
-"Me de usted las señas del,
si acaso lo conociera."
-"Tenía un caballito blanco,
con silla bordada en seda."
-"Por las senas que Usted da,
muerto quedó ya en la guerra,
y en el testamento deja,
que me case yo con ella."
-"Eso si que no lo haría,
eso si que no lo haré:
siete años lo he esperado
y siete lo esperaré;
si a los catorce no viniere,
monjita me meteré."
-"Y esos hijos que tienes,
dime ¿que les vas a hacer?"
-"Uno lo meto a curita,
otro lo pongo a leer,
otro lo dejo a mis padres
para que se sirvan del."
-"Vuelve los ojos, morena,
si me quieres conocer;
tienes aquí a tu marido
y no te casas con él."


Приметы любимого

Стою у перил балкона,
по шелку узор вышивая,
и вижу - усталый рыцарь
бредет из горного края.
Спешу у него спросить я,
с войны ли идет обратно?
- Оттуда, сеньора. Видно,
Вы ждете отца или брата?
- Семь лет я смотрю на Сьерру
и мужа увидеть чаю.
- Вы мне о нем расскажите,
быть может, его я знаю.
- На лошади белой рыцарь,
и шелком седло расшито.
- О, если узнал я верно,
в могиле давно лежит он,
но мне завещал пред смертью
с женой его обвенчаться.
- Греха не свершу такого,
уж лучше вдовой остаться.
Семь долгих лет ожидала
и столько же буду ждать я,
а после того надену
монашки черное платье.
- Что будет с детьми твоими?
Куда сыновей отправишь?
- Священником станет первый,
другой бакалавром станет,
а третьего воспитают
седые родители наши...
- Взгляни мне в глаза, смуглянка!
Что сердце твое подскажет?
Меня ведь ждала с тоскою,
и венчаны мы с тобою!


 

Letra de Joan Manuel Serrat sobre poemas de Antonio Machado

Todo pasa y todo queda, 
 pero lo nuestro es pasar, 
 pasar haciendo caminos, 
 caminos sobre el mar. 
 Nunca perseguí la gloria, 
 ni dejar en la memoria 
 de los hombres mi canción; 
 amo los mundos sutiles, 
 ingrávidos y gentiles, 
 como pompas de jabón. 
 Me gusta verlos pintarse 
 de sol y grana, volar 
 bajo el cielo azul, temblar 
 súbitamente y quebrarse... 
 Nunca perseguí la gloria... 

“CAMINANTE SON TU HUELLAS

EL CAMINO Y NADA MAS;

CAMINANTE, NO HAY CAMINO

SE HACE CAMINO AL ANDAR.

AL ANDAR SE HACE CAMINO 

Y AL VOLVER LA VISTA ATRÁS 

SE VE LA SENDA QUE NUNCA 

SE HA DE VOLVER A PISAR.

CAMINANTE NO HAY CAMINO 

SINO ESTELAS EN LA MAR....”

 Hace algún tiempo en ese lugar 

donde hoy los bosques se visten de espinos

se oyó la voz de un poeta gritar 

"CAMINANTE NO HAY CAMINO 

SE HACE CAMINO AL ANDAR..."

Golpe a golpe, verso a verso

Murió el poeta lejos del hogar,

le cubre el polvo de un país vecino.

Al alejarse le vieron llorar.

"CAMINANTE, NO HAY CAMINO

SE HACE CAMINO AL ANDAR..."

Golpe a golpe, verso a verso

Cuando el jilguero no puede cantar

Cuando el poeta es un peregrino,

cuando de nada nos sirve rezar,

"CAMINANTE, NO HAY CAMINO

SE HACE CAMINO AL ANDAR..."

Golpe a golpe, verso a verso

Golpe a golpe, verso a verso

 

 


 

 
 Guitarra del Mesón 

Guitarra del Mesón que hoy suenas jota, 
mañana petenera, 
según quién llega y tañe, 
las empolvadas cuerdas. 

Guitarra del Mesón de los caminos 
no fuiste nunca ni serás poeta. 

Tú eres el alma que dice su armonía 
solitaria las almas pasajeras... 
y siempre que te escuche el caminante 
sueña con un aire de su tierra. 

Guitarra del Mesón que hoy suenas jota, 
mañana petenera, 
según quién llega y tañe, 
las empolvadas cuerdas. 

Guitarra del Mesón de los caminos 
no fuiste nunca ni serás poeta. 
 

 


 

 
  Inventario galante  

Tus ojos me recuerdan 
las noches de verano, 
negras noches sin luna, 
orilla al mar salado, 
y el chispear de estrellas 
del cielo negro y bajo. 

Tus ojos me recuerdan 
las noches de verano. 
Y tu morena carne, 
los trigos requemados, 
y el suspirar de fuego 
de los maduros campos. 

Tu hermana es clara y débil 
como los juncos lánguidos, 
como los sauces tristes, 
como los linos glaucos. 
Tu hermana es un lucero 
en el azul lejano... 

Y es alba y aura fría 
sobre llos pobres álamos 
que en las orillas tiemblan 
del río humilde y manso. 
Tu hermana es un lucero 
en el azul lejano. 
De tu morena gracia 
de tu soñar gitano, 
de tu mirar de sombra 
quiero llenar mi vaso. 

Me embriagaré una noche 
de cielo negro y bajo, 
para cantar contigo, 
orilla al mar salado, 
una canción que deje 
cenizas en los labios... 
De tu mirar de sombra 
quiero llenar mi vaso. 

Para tu linda hermana 
arrancaré los ramos 
de florecillas nuevas 
a los almendros blancos 
en un tranquilo y triste 
alborear de marzo. 
Los regaré con agua 
de los arroyos claros, 
los ataré con verdes 
junquillos del remanso... 

Para tu linda hermana 
yo haré un ramito blanco. 

 


 

  Caminos 

De la ciudad moruna 
tras las murallas viejas, 
yo contempo la tarde silenciosa, 
a solas con mi sombra y con mi pena. 

El río va corriendo, 
 entre sombrías huertas 
y grises olivares, 
por los alegres campos de Baeza 

 Tienen las vides pampanos dorados 
sobre las rojas cepas. 
Guadalquivir, como un alfanje roto 
y disperso, reluce y espejea. 

Lejos los montes duermen 
envueltos en la niebla, 
niebla de otono, maternal; descansan 
las rudas moles de su ser de piedra 
en esta tibia tarde de noviembre, 
tarde piadosa, cardena y violenta. 

El viento ha sacudido 
los mustios olmos de la carretera 
levantando en rosados torbellinos 
el polvo de la tierra. 
La luna está subiendo 
amoratada, jadeante y llena. 

Los caminos blancos 
se cruzan y se alejan, 
buscando los dispersos caseríos 
del valle y de la sierra. 
Caminos de los campos... 
Ay, ya no puedo caminar con ella!

 


 

 
 Anoche cuando dormía  

Anoche cuando dormía 
soñé, ¡bendita ilusión!, 
que una fontana fluía 
dentro de mi corazón. 
Di, ¿por qué acequia escondida, 
agua, vienes hasta mí, 
manantial de nueva vida 
de donde nunca bebí? 

Anoche cuando dormía 
soñé, ¡bendita ilusión!, 
que una colmena tenía 
dentro de mi corazón; 
y las doradas abejas 
iban fabricando en él, 
con las amarguras viejas 
blanca cera y dulce miel. 

Anoche cuando dormía 
soñé, ¡bendita ilusión!, 
que un ardiente sol lucía 
dentro de mi corazón. 
Era ardiente porque daba 
calores de rojo hogar, 
y era sol porque alumbraba 
y porque hacía llorar. 

Anoche cuando dormía 
soñé, ¡bendita ilusión!, 
que era Dios lo que tenía 
dentro de mi corazón. 

 


 

Soledades

XI

Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...

 ¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
-La tarde cayendo está-.

 " en el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día:
ya no siento el corazón."

 Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.

 La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea,
se enturbia y desaparece.

 Mi cantar vuelve a plañir:
"Aguda espina dorada
quién te pudiera sentir
en el corazón clavada

 

II

He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares,
y atracado en cien riberas.

 En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
sobervios y melancólicos
borrachos de sombra negra,

 y pedantones al paño
que miran, callan, y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.

 Mala gente que camina
y va apestando la tierra...

 Y en todas partes he visto
gente que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.

 Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan adónde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja,

 y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca.

 Son buena gente que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos,
descansan bajo la tierra

 


 

Españolito  

 Ya hay un español que quiere 
 vivir y a vivir empieza 
 entre una España que muere 
 y otra España que bosteza. 

 Españolito que vienes 
 al mundo te guarde Dios. 
 una de las dos Españas 
 ha de helarte el corazón. 
 

 


 

* * *

Y no es verdad, dolor, yo te conozco,
tú eres nostalgía de la vida buena
y soledad de corazón sombrío,
de barco sin naufragio y sin estrella.

Como perro olvidado que no tiene
huella ni olfato y yerra
por los caminos, sin camino, como
el niño que en la noche de una fiesta

se pierde entre el gentío
y el aire polvoriento y las candelas
chispeantes, atónito, y asombra
su corazón de música y de pena.

así voy yo, borracho melancólico,
guitarrista lunático, poeta,
y pobre hombre en sueños,
siempre buscando a Dios entre la niebla.

 


 

* * *

¡Oh, dime, noche amiga, amada vieja,
que me traes el retablo de mis sueños
siempre desierto y desolado, y sólo
con mi fantasma dentro,
mi pobre sombra triste
sobre la estepa y bajo el sol de fuego,
o soñando amarguras
en las voces de todos los misterios,
dime, si sabes, vieja amada, dime
si son mías las lágrimas que vierto!

Me respondió la noche:
Jamás me revelaste tu secreto.
Yo nunca supe, amado,
si eras tú ese fantasma de tu sueño,
ni averigüé si era su voz la tuya,
o era la voz de un histrión grotesco.

Dije a la noche: Amada mentirosa,
tú sabes mi secreto;
tú has visto la honda gruta
donde fabrica su cristal mi sueño,
y sabes que mis lágrimas son mías,
y sabes mi dolor, mi dolor viejo.

¡Oh! Yo no sé, dijo la noche, amado,
yo no sé tu secreto,
aunque he visto vagar ese que dices
desolado fantasma, por tu sueño.
Yo me asomo a las almas cuando lloran
y escucho su hondo rezo,
humilde y solitario,
ese que llamas salmo verdadero;
pero en las hondas bóvedas del alma
no sé si el llanto es una voz o un eco.
Para escuchar tu queja de tus labios
yo te busqué en tu sueño,
y allí te vi vagando en un borroso
laberinto de espejos.

¿Y ha de morir contigo el mundo mago
donde guarda el recuerdo
los hálitos más puros de la vida,
la blanca sombra del amor primero,
la voz que fue a tu corazón, la mano
que tú querías retener en sueños,
y todos los amores
que llegaron al alma, al hondo cielo?
¿Y ha de morir contigo el mundo tuyo,
la vieja vida en orden tuyo y nuevo?
¿Los yunques y crisoles de tu alma
trabajan para el polvo y para el viento?

 


 

* * *

Es el mejor de los buenos
quien sabe que en esta vida
todo es cuestión de medida:
un poco más, algo menos…

 


 

* * *

Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.

* * *

 

Видишь, путник, твои следы
Только путь, а вокруг ничего.
Знаешь, путник, ведь нет пути:
Лишь пройдя, сотворишь его.
Сотворишь его, лишь пройдя;
Обернувшись, посмотришь вслед
Той тропе, по которой нельзя
Вновь пройти перекрестки лет.
Знаешь, путник, ведь нет пути -
Два над морем столпа и штиль....

 

 

 


 

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